La cuenta regresiva avanza y parece ser que al NO no le alcanzará el tiempo para revertir su situación, a pesar que la tendencia está cambiando.
Los números no mienten; hace unas semana, más de tres cuartos de la población de Lima consideraba votar por la vacancia, hoy es un poco más de la mitad.
Reacción tardía, pero reacción al fin. La estrategia edil es interesante, aunque no evidente. La campaña de vía pública del NO ha sido uno de sus hijos, una buena idea por sus resultados: en cuestión de días, la palabra "no" ya estaba tan instalada como el "si" de la mayoría.
En paralelo, el territorio de discusión y debate se movió de uno basado en la gestión a otro político.
Movida inteligente: en el territorio de la gestión, cada uno de los hechos debe ser registrado y presentado a la población para que ésta acumule las evidencias y luego emita una opinión. Es un camino largo y lleno de detalles. En el territorio político, las emociones priman y los compromisos ideológicos también. Así, una persona que considera que la gestión es incompetente, puede voltear su voto por un asunto de "principios" personales.
Otro punto a favor del NO es la plataforma semántica sobre la que corre el proceso: ser incompetente no es lo mismo que ser corrupto. En general, las personas prefieren a los primeros sobre los segundos y el NO se está encargando de hacer incapié que de ganar sus adversarios, se instalaría nuevamente la corrupción en la gestión municipal.
Por último, las señales y sus fuentes son un importante influenciador para que la población termine de tomar partido sobre su opción final. La posición de los partidos políticos al respecto son de interés público ya que indican un color ideológico sobre el cual el voto iría a cada posición. En el momento que "fujimorismo y aprismo" se alinean con una, se subentiende que la otra es apoyada por los otros. Esto sucedió en las elecciones presidenciales pasadas y ahora los bandos se han teñido de los mismos colores.
Estos días serán interesantes, el NO tendrá que apretar el acelerador si quiere salvarse. Va por un buen camino, pero los pasivos acumulados, los enemigos ganados y el tiempo perdido son adversarios implacables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario