Cuando tu carencia se convirtió en envidia.
Desde que el dinero te mostró su poder cuando lo usaste con un pobre diablo.
Cuando viste que ser valioso no era necesario, que lo mediocre se podía imponer a tu alrededor.
Desde que
decidiste que era más fácil corromper que crear. Cuando comenzaste a destruir y
no aportar.
Cuando tu ansiedad de ser alguien venció a la contribución de una causa mayor.
Cuando tu ansiedad de ser alguien venció a la contribución de una causa mayor.
Desde que tu
soberbia y tu egoísmo se convirtieron en el motor de tu accionar.
Cuando tu drama personal fue la referencia de tus decisiones.
Desde que perdiste la noción de tu incompetencia. Desde que ella fue acallada por las loas de los infelices que te acompañan.
Cuando tu drama personal fue la referencia de tus decisiones.
Desde que perdiste la noción de tu incompetencia. Desde que ella fue acallada por las loas de los infelices que te acompañan.
Cuando te sucedió todo esto, desde que decidiste que así fuera todo, tú, poderoso corrupto incompetente, te convertiste en la causa de esta situación de suma negativa.
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