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Las cifras de acercan, los nervios se tensan y el tiempo se convierte en el peor enemigo o en el mejor aliado. Seguiremos con Keiko, porque aun Castillo está en lo suyo (aunque me temo que tendré que darle algunos tips desde la próxima semana).
Ahora sí es hora de ir por los indecisos y por los corazones de los antiK moderados.
Para ello hablaré de tres temas que se enlazan y deben ser tratados con urgencia: la estrategia, el valor y el poder.
Según Lawrence Freedman, un destacado analista de estrategia inglés, en su libro "Estrategia", la define como el arte de crear poder. La estrategia nace cuando se produce un conflicto entre la posición actual y la posición futura. La idea, indica, es definir una posición de poder en un plazo definido e ir por ella. Es necesario un conflicto entre la posición actual y la futura para poder definir y desplegar una estrategia. Sin conflicto no hay estrategia. Keiko se encuentra en un tremendo problema con más de diez puntos abajo al inicio de la segunda vuelta y lo sigue estando, el conflicto sigue vivo y exige un pensamiento estratégico y un plan de acción para obtener la posición de poder deseado que es ganar las elecciones. En el caso de Castillo, en la segunda, vuelta no se ha comportado de forma estratégica sino táctica, a modo de reacción y sin estar pensando claramente en mantener su liderazgo hasta el final del proceso. Es interesante considerar que el poder, como el dinero no tienen dueños definitivos.
Simon Sinek, un comunicador estratégico norteamericano, plantea que todas las organizaciones e instituciones empresariales, políticas, estatales, religiosas, deportivas o militares deben guiarse por lo que llama El Juego Infinito , que no es otra cosa que nunca dar por terminado o concluido algo, ya que el fin de cualquier organización es superar la trampa temporal para prosperar. Sinek diferencia entre juego infinito y finito en que el juego finito conlleva el riesgo de la miopía. Por ejemplo, el caso de PPK y las elecciones pasadas que, como si se tratara de un partido de fútbol (juego finito), su equipo pensó que después del alargue y la definición a penales con Keiko, la cosa terminaba. Lo cierto es que el juego nunca se acaba, si los estrategas de PPK hubieran analizado los escenarios futuros post electorales, el destino no hubiera sido tan dramático con él y los suyos. En el caso de estas elecciones, el riesgo de Castillo y su equipo sería pensar que tienen las elecciones en el bolsillo y ponerse fijar el relato de cómo sería su gobierno, creando confusión e incertidumbre. Keiko, por el contrario, está trabajando para el corto plazo, pero descuida el escenario de gobernabilidad futura, aspecto fundamental en el voto indeciso y antiK moderado .
Según Byung-Chul Han, el famoso filósofo coreano, en su libro “Sobre el Poder”, indica que el verdadero poder es aquel que no se nota, el que hace creer a las personas que ejercen su libertad estando dentro de su marco de soberanía, porque las demás formas de ejercerlo siempre genera una reacción y, por lo tanto, tiene menor posibilidad de prosperar en el tiempo: el poder por la fuerza física, el chantaje emocional, la imposición de las ideas o el abuso de una posición jerárquica siempre generarán reacciones como las que vimos en las marchas de los Cuatro Suyos, las marchas de año pasado o la aparición de caudillos como Antauro Humala o Pedro Castillo. Las religiones o las plataformas de redes sociales son ejemplos de ejercicios de poder invisibles, que nos hacen creer que somos libres de vivir y elegir nuestro comportamiento dentro de ellos, cuando en realidad estas dos instituciones nos condicionan con sus reglas. En el caso de Castillo, ha sido explícito en que aplicará toda su autoridad para cambiar al país, que ejercerá un poder coercitivo para adecuar el país a su plan de gobierno, situación que generará una reacción en una parte de la población. Aquí viene el desafío más grande para Keiko: mudar el sentimiento de obligatoriedad de votar por ella como el mal menor, al hecho de que hacerlo realmente generará un beneficio real. Este punto será sustantivo para la gobernabilidad post electoral en el caso de que gane.
¿Cómo se puede lograr?
Existe un concepto que normalmente está ligado a la economía y a los negocios, pero que he desarrollado en el libro Marketing en Movimiento . Este concepto es Valor. El valor es el resultado de los beneficios percibidos y el costo de acceso a esos beneficios. Los beneficios pueden ser estructurales, emocionales y económicos: por ejemplo, el valor que intercambia una pareja puede ser la suma del amor, la compañía, la afinidad y los hijos y se da en una relación en la que participan en, por ejemplo, el mantenimiento del hogar (variable económica), los detalles que llenan el día de felicidad o gratificación (variable emocional) y en la creación de hábitos, rituales, símbolos y el sentimiento de que la otra persona me hace mejor persona y viceversa (variable estructural). La pregunta que uno se debe hacer es si con esa persona yo sería o estaría mejor o peor. El costo, en este caso es, el tiempo dedicado, compartir los frutos del trabajo, ver menos a los amigos, etc. El mismo ejercicio deben hacer los candidatos, respondiendo a las preguntas: ¿qué valor ofrece mi promesa?, ¿con ese valor el elector será/estará mejor o peor que con la otra al cabo de cinco años? Como expliqué en el primer post de esta serie los seres humanos nos guiamos por emociones y ellas configuran el resultado entre el beneficio y costo. En el caso de Castillo los beneficios percibidos de votar por él es la esperanza de cambiar el statu quo del sistema y los costos son la adecuación al cambio que eso significará. En el de Keiko los beneficios percibidos son no perder las reglas de juego que, imperfectas, son mejores que las que ofrece Castillo. El costo de votar por ella es la incertidumbre de cómo gobernará, el miedo de que se haga realidad el escenario de corrupción o la concesión moral de transar los propios principios.
Entendiendo que con el avance del tiempo, la intención de voto se acercará más entre los dos candidatos, es necesario definir la propuesta de valor de Keiko no solo en la carrera electoral, sino después de ella, ya que los indecisos y los antiK moderados están evaluando eso para votar por ella.
¿Cuál es el valor que puede ofrecer Keiko?
Aquí las sugerencias a su equipo de campaña:
Keiko es una marca muy fuerte y con signo negativo en la mayor parte de la población, todos la identifican con el fujimorismo, por lo tanto, insistan en que ella será la presidente de todos los peruanos y no de un partido político, debe alejarse del color naranja y acercarse al rojo y al blanco.
Insistir en que será la primera mujer presidente, que es hora de cambiar es statu-quo. Es un hecho histórico el que se viene. Ser presidente mujer en un país machista es darle ánimo y fe al 51% de la población (que son mujeres) y a todos los hombres que queremos una sociedad más justa y equitativa, mostrarles a todos que es posible cambiar los paradigmas que rigen la sociedad.
Si gana, será presidenta a los 46 años de edad. Manejen su juventud y su experiencia, proyéctenla en el futuro. Su generación dirigirá al país en el próximo quinquenio.
Sigan hablando de los problemas reales de la gente, con soluciones reales y concretas. Soluciones de corto y mediano plazo.
Mejoren su actitud verbal y no verbal en las presentaciones públicas. Mejor presencia, menos soberbia.
Insistan en los debates, es allí donde la estatura de estadista de Keiko será vista por todos a la vez.
Insistan en las inconsistencias del competidor, en su poca preparación para gobernar y en lo cataclísmico que sería para el país aplicar lo que propone. Sean más concretos en eso: por ejemplo, habría menos chamba; la plata alcanzaría para dos años y después qué; si no de puede importar lo que producimos no habrá KFC, McDonalds, o Starbucks, etc.
Mejore la comunicación, los colegas de izquierda siempre han sido más poéticos y empáticos.
Los grandes grupos de medios de comunicación (quizás con la excepción de RPP), van a alinearse con ustedes, algo que podría generar una reacción en el contrincante y en la oposición.
No miren de arriba hacia abajo, háganlo de forma horizontal, frontal. Suavicen la figura de Keiko, intenten que abrace al país. Aprovechen los espacios en los medios pero no abusen, podría parecerse a la bravuconería de Iván Drago contra Rocky Balboa, y eso no es bueno.
Quedan 30 días.
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